Cuando un cliente nos pide que le fabriquemos algún tipo de mueble en concreto, lo primero que vemos, es la funcionalidad que van a darle a dicho mueble. El mueble de diseño o ‘diseñado’, en ocasiones, no cumple con la función para la que es fabricado. En este punto, se nos plantea un dilema. Cómo hacerlo funcional sin perder el diseño.
A veces, requiere invertir mucho tiempo en encontrar la solución más adecuada y satisfactoria para el cliente. En cualquier caso, debemos avisar al cliente, de cuándo un mueble ‘diseñado’ no va a funcionar, así como ofrecerles varias alternativas con las que poder trabajar.
Cuando un profesional, lleva muchos años dedicado a la fabricación de muebles a medida, va adquiriendo una experiencia, que hace que, con sólo mirar un boceto, vea la capacidad del mueble, para cumplir con el fin para el que se plantea. De esta manera, puede ofrecer este tipo de asesoramiento.
En otras ocasiones, es imposible la fabricación del mueble, por cuestiones puramente técnicas. En estos casos, ya que, no podemos ofrecer otras alternativas que resulten efectivas, habría que cambiar el diseño irremediablemente, intentando distorsionarlo lo menos posible.
No obstante, cuando se consigue este propósito, y se fabrica nuestro mueble ‘diseñado’ sin mayor problema, el resultado puede llegar a ser espectacular, incluso para el propio proyectista.